Obviamente, es bueno hacer gala de la fe y la esperanza ante cualquier situación, pero es necesario poder demostrarlo con hechos y no solo con palabras o con aquellas frases aprendidas que alientan a los demás. Debe ser expresado a los que sufren de manera real y visible.
Jesús es la fuente del amor que nos muestra cómo hacer que se vea; y esto debe ser de hecho y en verdad.