La oración es el medio correcto para entregarle al Señor nuestras cargas, y cuando entendemos que Dios sí se interesa por nosotros, aprenderemos a descansar y a confiar solo en Él.
Así que en este día, en lugar de agobiarnos con todas nuestras cargas, entreguémoslas al Señor, quien nos ayudará siempre.