Cada vez que sientas que Dios está lejos de ti, es porque estás quitando tu mirada de Él y la estás poniendo en los problemas que te rodean. Pero sabes, Dios sigue estando ahí y nunca se ha alejado de ti, ni lo hará pues su Palabra dice que siempre estará contigo.
Lo único que debes hacer hoy es poner nuevamente tu mirada en Él.