Alguien dijo una vez, “Dios no juega a los dados”, dando a entender que en Él la suerte no existe, pues siempre está en control y sabe muy bien lo que hace. Esto es una gran realidad pues el Señor nos lleva de gloria en gloria y de victoria en victoria. Por eso no te desesperes por los procesos de tu vida, pues estos son necesarios aunque no le encuentres sentido muchas veces.
Recuerda que lo que Él dijo lo cumplirá en tu vida.