La Biblia enseña que a los que amamos al Señor comprenderemos que cada situación permitida por Dios obrará en conjunto para el bien nuestro.
Así que en lugar de seguir quejándonos, aprendamos a deleitarnos en Él, porque lo que estamos viviendo hoy es algo momentáneo y no define nuestra vida, más lo que vendrá como resultado de la prueba será permanente.