Vivir de prueba y error nos hace tener un concepto de la vida muy errado. Pensamos que no hay que vivir, sino subsistir, por lo tanto lo que pensamos muchas veces será lo primero que haremos y luego vienen las consecuencias.
Es por eso que Salomón nos regala esta perla de vida: “No te confíes en lo que ya sabes, confía solo en el Señor y Él te mostrará que camino tomar”. No se trata de lo que piensas, sino de lo que realmente es.