Una cosa es decir que Dios está conmigo y otra cosa es que Dios es por mí. Cuando es por nosotros, Él toma nuestro lugar en cada situación que vivamos. Ahora bien, esto solo sucede cuando lo dejamos ser el Señor de nuestra vida. Hoy es la oportunidad para rendirnos a su voluntad y dejar que Jesús tome el control total.
Por eso cuando Él es por nosotros, ¿quién contra nosotros?