El salmo de hoy nos dice dos cosas, primero: La vida no va a estar exenta de cargas y por más que lo intentes habrá alguna que no te dejarán avanzar. Segundo: La manera para enfrentar esto es soltándolas y entregándolas al Señor. Nunca verás como Dios cuida de ti, hasta que sueltes esa pesada carga y dejes de preocuparte por el mañana.
¡Descansa en Dios y él hará!