La perspectiva con la que ves las cosas que te suceden, hará que tengas cierta actitud para afrontarlas. Tú puedes tomar lo bueno de cada circunstancia o puedes quejarte por lo que estás viviendo. Que triste es cuando el propósito de Dios no llega a cumplirse por la dureza de nuestro corazón.
Él está aprovechando todo para que puedas conquistar lo prometido.