Nunca te avergüences ante otros por defender la verdad y por hacer lo que es correcto. Ahora si la opinión de los demás es más importante para ti que la opinión de Dios, entonces vas a sufrir mucho cuando esas personas te ataquen a causa de tu fe en Jesús.
Pero si te enfocas en Él y en lo que sabes que es correcto, podrás permanecer firme sin importar lo que digan las demás personas a tu alrededor.