Cuando Dios te da una misión, puedes estar seguro de que habrá retrasos, dificultades y callejones sin salida durante todo el camino. Pero todo es parte natural de la vida y Dios sigue en control. Él ya escribió tu victoria solo que tú no has llegado aún a ese capítulo, pero pronto llegarás porque Él está contigo.
Dios está buscando personas comprometidas para con Él y con su plan para bendecirlo.