Así como Marta y María se sentían tristes y solas con la pérdida de su hermano, así nos sucede a nosotros cuando clamamos a Dios por ayuda y sentimos que no llega. En ese momento comenzamos a cargarnos y nuestra esperanza y fe se marchitan y olvidamos que Dios prometió que jamás nos dejaría.
Por eso hoy quiero animarte a que cuando creas que todo salió mal y que Dios no te contestó, solo recuerda que Él tiene preparado algo mejor para tu vida.
OREMOS
Señor, gracias porque aun cuando las cosas no salen como pensé, sé que saldrán como Tú las planeaste. Amén.
FRASE
No pierdas la fe, pues los mejores comienzos vienen de los peores finales.