A veces hemos sido testigos del poder de Dios en nuestra vida y de pronto nos encontramos en el peor de los desiertos, experimentando una soledad tan fuerte que llegamos a pensar que hasta Él se ha olvidado de nosotros.
Pero hoy Dios te invita a tener paz y por más difícil que se vea el panorama, puedes tener la seguridad que ahí mismo está y enviará a sus ángeles para que te cuiden. No te preocupes, Dios no te ha abandonado.