Todos hemos tenido tiempo cuando los retos de la vida nos angustian, circunstancias que nos desaniman y problemas que nos acosan. Y muchos de estos inconvenientes llegan a convertirse en montañas difíciles de pasar. Por eso hoy quiero animarte a que le hables a esas montañas que obstaculizan y paralizan tu caminar.
Confía en que Dios está por encima de cualquier problema sin importar que tan grande o fuerte sea