No dejes de creer, ni permitas que los problemas que te rodean te impidan ver el proceso de Dios en medio de todo este desierto que estás viviendo. Que el silencio del Padre no sea motivo de desánimo, sino que pueda impulsarte a buscar más de su Presencia.
Solo espera un poco más, pues a pesar de que este proceso sea doloroso, el producto final será fabuloso.