Podemos alabar con confianza a nuestro Creador pues sabemos que maravillosas son sus obras. Y como el cuero es tallado por las manos expertas, cada uno de nosotros es hermoso y valioso por el simple hecho de ser una creación única de Dios.
Él nos diseñó como sus amadas obras de arte y por eso es que podemos reflejar Su magnificencia.