EL TIEMPO ES DE DIOS

EFESIOS 3:20

Zacarías pidió un hijo y Dios le dio aún más, pues su hijo Juan se transformaría en el profeta que anunciaría la llegada del Mesías. Esta experiencia nos demuestra una verdad  vital la cual debería animarnos al orar: los tiempos de Dios rara vez son los nuestros, pero siempre vale la pena esperarlos.

Recuerda, el tiempo es de Dios.

OREMOS

Padre, gracias porque no solo escuchas
mis oraciones, también me das más de
lo que pido o necesito. Amén.

FRASE

Espera en Dios, no es perder el tiempo
es esperar lo mejor.

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