Nosotros como parte del pueblo de Dios, experimentaremos su tierno cuidado cuando le abrimos nuestro corazón y le contamos sobre nuestras inquietudes o ansiedades y buscamos su amor y paz.
Él es nuestro pastor quien nos lleva en sus brazos y cerca de su corazón.
OREMOS
Señor, gracias por ser mi pastor y guiarme por sendas de justicia. Amén.