Las palabras de Jesús en aquella cruz demostró la respuesta radical que les enseñó a sus seguidores: “Amada a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen”.
Este enfoque tan admirable es posible si consideramos el amor poderoso que Jesús nos ha dado; un amor que es más fuerte que el odio más profundo.
OREMOS
Señor, ayúdame a perdonar hoy a los que me hacen mal, así como tú me perdonaste a mí. Amén.