De vez en cuando encontramos personas que con mucha labia tratan de darnos consejos, mientras niegan el poder de Dios. Esa no es la voz del Señor, pues Él nos habla por medio de su Palabra y nos guía con su Santo Espíritu.
Su mano siempre está sobre los que le siguen y nunca nos abandonará.
OREMOS
Padre, no quiero solo ser un oidor de tú Palabra, quiero ser también un hacedor y así dejarme guiar por ti. Amén.
FRASE
Para escuchar la voz de Dios debes bajar el volumen del mundo.