La mayoría de las posesiones materiales pueden ser destruidas por los insectos, el moho o hasta robados, por eso Mateo nos insta a enfocarnos especialmente en las cosas que tiene valor eterno.
Nuestro verdadero tesoro no es lo que vamos acumulando, si no en que o quienes invertimos nuestro tiempo.
OREMOS
Padre, con tu ayuda quiero invertir mi vida en las cosas eternas. Amén.
FRASE
Nuestra verdadera riqueza es la que invertimos en la eternidad.