Cuando los problemas aparentemente incesantes nos dan escalofríos, podemos entrar en oración en la presencia de Dios y sentir el calor de la verdad transformadora de que su juicio es mejor que el nuestro.
Aunque nuestras circunstancias no cambien, si puede cambiar nuestra perspectiva.
OREMOS
Padre, ayúdame para ver las cosas a Tu manera y así confiar en tú voluntad. Amén.