Con todas las comodidades y la tecnología que tenemos hoy en día, quizás tendemos a olvidarnos de nuestros comienzos y que Dios es quien nos da la vida.
Sin embargo, cuando hacemos una pausa para pensar en nuestro Creador, podemos agregar a nuestra rutina diaria la actitud de gratitud, perdiéndole al Señor que nos ayude cada día a reconocer con humildad el hermoso regalo de la vida.
OREMOS
Padre, hoy hago una pausa para agradecerte por todo lo que has hecho, comenzando por regalarme la vida. Amén.