Es muy fácil hacer trampa si pensamos que nadie nos ve. Sin embargo, la falta de honradez afecta el mismo corazón de la persona haciendo que nadie confíe en él y que este no confíe en nadie. Por tal razón no tome la deshonestidad a la ligera pues incluso la porción más pequeña contiene suficiente engaño para matar su vida espiritual.
Así que si existe alguna deshonestidad en su vida, dígaselo ahora mismo a Dios y sea libre.