El consejo de Dios es completamente digno de confianza, pues sus intenciones nunca cambian. Así que cuando usted se pregunte si hay alguien en el que pueda confiar, recuerde que en Dios
lo puede hacer plenamente.
Permita hoy que el Señor le aconseje y confíe en sus planes para su vida.
OREMOS
Señor, buscaré siempre tu consejo, pues sé que deseas lo mejor para mi vida. Amén.