A menudo la gente piensa que será libre si escapa de Dios, sin embargo siempre vamos a servir a alguien o algo, ya sea una persona, una organización o nuestros propios deseos. Así como un pez no se libera cuando sale del agua o un árbol no se libera cuando deja el suelo, nosotros tampoco seremos libres si dejamos al Señor.
La única ruta segura a la libertad es servir sinceramente y de todo corazón a nuestro creador.
OREMOS
Padre, perdóname por todas las veces en que he querido huir de Ti, ayúdame a ser constante. Amén.