El señor es siempre fiel. Él prueba la fe o más bien la fidelidad de sus hijos. Algunos oran y piden: “Señor auméntanos la fe”, pero el señor responde: “no necesitan una fe grande, sino fe en el único y gran Dios”.
Y es que todos necesitamos una fe que dependa y descanse en él, creyendo y esperando en que nuestro Dios cumplirá su palabra y hará lo que ha prometido hacer.
OREMOS
Señor, hoy deposito mi fe en Ti, mi único y gran Dios, quien cumple cada una de sus promesas